Crónicas de Martes Santo
Llegó. 31 de Marzo de 2015. Tarde de sol, primavera.
El día más esperado por cualquier amante del barrio de La Calzá apareció radiante, con un sol que quemaba. Y es que en la Calle Oriente cuando San Benito decide presentar al pueblo al hijo de Dios Sevilla enmudece.
Es el día en el que no sabes dónde colocar el instrumento al abrazar a los compañeros, muchos ya amigos y otros casi de la familia.
Como cada año, mostramos nuestros más sinceros respetos y felicitaciones a nuestra banda hermana, la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Sangre. Pocos son los aplausos que se merecen nuestros hermanos y compañeros de afición.
¿Cómo, ya? Toca desfilar, es el minuto uno del día más feliz de nuestro año, todos sabemos que en el momento en que empezamos a acercarnos a las puertas de la Parroquia todo empieza y todo acaba. A pensar en los que nos ven, en los que ya no están, en los que vivieron de nuestra mano esta bendita experiencia y, sobretodo, a disfrutar.
Nuestro recibimiento ofrecido nuestra banda hermana se quedó en fuera de juego comparado con lo que ellos nos tenían preparado. Aquel eterno pasillo de aplausos y ánimos con su banderín junto al nuestro perdurará por siempre en nuestra memoria. Gracias hermanos.
Asomándose como aquel niño que vuelve a la calle después de una temporada de castigo salía Nuestro Padre Jesús en su Sagrada Presentación al Pueblo. Imponente, radiante, bello, humilde, resignado, desangelado, pero regalando amor con la ternura que él solo nos puede transmitir. Con un repertorio más clásico de lo habitual comenzaba el camino de ida por Luis Montoto. Como siempre, nuestros hermanos costaleros hicieron de las suyas arrancando las más grandes ovaciones que muchos podremos vivir. Las altas temperaturas se agravaban por momentos debido al calor en forma de cariño que nos mostraba un año más nuestra bendita ciudad.
Jugando con el amplio repertorio de la Agrupación hicimos un viaje en el tiempo por nuestra historia, y es que 25 años no se cumplen todos los días, que mejor homenaje a nosotros mismos que ofrecer nuestra evolución musical.
A los pies de Santa Ángela, o Sor Ángela, como seguimos llamándola cariñosamente, volvemos un año más. Uno de los saludos más emotivos y emblemáticos de esta bendita fiesta está supervisado por miles de amantes de nuestra hermandad.
Perdona a tu pueblo. Un himno del Martes Santo, no hay otra forma imaginable con la que nuestro paso de misterio revire hacia la Campana. Siguiendo con un conjunto de marchas de nuevo corte avanza el señor buscando la Santa Iglesia Catedral.
Sevilla, a su paso, enmudece, llora, aplaude, sonríe, alaba, felicita. No digan más, que subiendo la Cuesta del Bacalao encontramos a nuestro titular triste, sin querer volver, como si supiera que esto se acaba, como si supiera que Sevilla lo necesita.
De la estrechez de Francos al ambiente festivo de la Cuesta del Rosario, de la Calle Jesús de las Tres Caídas a la Calle Águilas, siempre dando todo nuestro cariño a nuestro señor en forma de compases interminables, notas que se enlazan sin querer que se escape este sueño, solos que encogen el alma, contratiempos que arañan alguna que otra lágrima al ver avanzar nuestro padre. No corras, quedémonos en la Plaza de Pilatos, que el reloj se detenga en el mismo instante que tu martillo repica en el cielo, que el aire te frene regalándonos unos instantes más en tu trozo de primavera. No puede ser, entre bamboleos de tu túnica y tu mirada baja llegas de nuevo a la Calle Oriente. El cansancio no se nota, las horas no pesan, no queremos dejar de ser el sonido de tu noche. Pero como toda historia, esta también tiene su final.
Padre nuestro, gracias.
Como muchos sabrán esta locura de unos jóvenes llamada AMENcarnación surgió hace 25 años y tuvimos el privilegio de ser la banda sonora durante una fugaz chicotá a nuestros otros dos titulares que procesional.
A los sones de Jesús Sacramentado, el Santísimo Cristo de la Sangre nos regaló uno de los mejores momentos de nuestra vida cofrade, no existen palabras para expresar la magia y el recogimiento que se vivio y aquella madrugada. Imborrable recuerdo para todos los componentes de esta familia musical.
Y llegó ella, radiante y alegre. Nuestra madre de la Encarnación volvía a su casa con la añoranza de lo que había vivido en aquella misma calle horas antes. Una adaptación de «Encarnación Coronada» fue la banda sonora que regalamos a nuestra titular. Con el cariño que ella se merece interpretamos una pieza muy alejada de nuestro estilo pero que sin duda hizo que ese momento siempre perdure en nuestro corazón.
Y llegó, todos queríamos que llegase pero ninguno quería que se fuese. Se esfumó. Unas horas que en un día cualquiera parecerían eternas se convirtieron en breves instantes entrelazados donde el minutero parece ir más rápido que nunca.
25 años de AMENcarnación, los que vivimos este día tan especial podremos decir cuando un amigo nos pregunte qué hicimos el 31 de Marzo de 2015. ¿Yo? Yo le he tocado a mis tres titulares el mismo día, y todavía recuerdo aquel requinteo de la marcha Padrenuestro, aquel final apoteósico de Jesús Sacramentado y aquella Salve de Encarnación Coronada… Igualame eso, amigo.